martes, 22 de junio de 2010

Capítulo 1: Despertar

Despertó. La luz del sol entraba por la ventana. ¿Por qué no cerró la cortina la noche anterior? Ah sí, ya lo recordaba: llegó tan borracha a casa que incluso había dormido con el uniforme y la cofia.

Se levantó de la cama, cerró la cortina y se volvió a acostar. El dolor de cabeza era insoportable. Definitivamente y después de varias fiestas, el ron barato de Alex no era compatible con su hígado.

Comenzó a dar vueltas mientras intentaba recordar algún momento de la noche anterior. Sus recuerdos llegaban justo hasta el momento de entrar en la fiesta, pero, ¿qué pasó después?

Mientras se debatía entre llamar a Ali o no, escuchó ruido en el aseo. Asustada, se vistió y se dirigió a la puerta del baño. Escuchó tras la puerta. Alguien se había dado una ducha y mientras se vestía, supuso, silbaba animadamente.

Fue hasta la mesa de noche en busca del revólver que le dio su padre al morir, lo agarró fuerte, se sentó en el sillón de cuero y apuntando a la puerta del baño, esperó a que el intruso limpio saliera del baño.
No recordaba haber entrado en su apartamento con ningún hombre, ni que Ali estuviera en la fiesta...


Pasaron los minutos y Luz comenzaba a impacientarse. En el momento en que dejó el revólver para coger un pañuelo y secarse el sudor de su fuente, la puerta se abrió.
Luz agarró de nuevo la pistola y apuntó a la puerta.
Del baño salió un apuesto muchacho de unos veinte y pocos con una toalla que le tapaba de cintura para abajo.

- ¿Quién coño eres y qué haces en mi casa?- gritó Luz
- Luz, amor, ¿qué te pasa? Soy yo, Pedro.
- Pero, ¿qué Pedro? ¿Quién eres?.
- Mmm, creo que será mejor que te lo cuente mientras desayunamos.




Luz se sentía extraña. ¿Qué hacía ese tal Pedro en su casa?¿Por qué se había dado un baño?y, sobre todo ¿qué era lo que tenía que explicarle?

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